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CHICAGO (AP) — Un pequeño pero creciente
grupo de adolescentes e incluso niños más chicos que sienten que
nacieron con el sexo equivocado están consiguiendo el apoyo de sus
padres y médicos para recibir tratamiento y cambiarse de género, de
acuerdo con reportes del diario médico Pediatrics.
Es un tema que involucra cuestiones
éticas y algunos expertos están cuestionando el uso en niños de
medicamentos y hormonas que bloquean la pubertad.
Una niña de ocho años de Los Angeles es
un paciente típico. A los 18 meses anunció “yo varón” y se ha mantenido
con esa creencia. La familia estaba anonadada pero ahora se refiere a
ella como niño y están al tanto de las primeras señales de la pubertad
para comenzar el tratamiento, dijo su madre a The Associated Press.
Los pediatras necesitan saber cómo
existen estos niños y si merecen tratamiento, dijo el doctor Norman
Spack, autor de uno de los tres reportes publicados el 20 de febrero y
director de una de las primeras clínicas de identidad de género en el
Hospital Infantil de Boston.
“Si uno abre las puertas, estos son los
chicos que llegan. Están ahí afuera, están en nuestras prácticas”,
declaró Spack en entrevista.
Cambiar los roles de género y
ocasionalmente pretender ser del sexo opuesto es común entre los
pequeños. Pero estos niños son diferentes. Ellos tienen certeza de que
nacieron en el cuerpo equivocado.
Algunos son etiquetados con “afección de
identidad de género”, un diagnóstico psiquiátrico. Pero Spack es uno de
los médicos que piensan que es un nombre poco apropiado. La
investigación sugiere que es posible que tengan diferencias cerebrales
más similares a las del sexo opuesto.
Spack calcula que uno de cada 10.000 niños tiene esta condición.
Ofrecer un tratamiento de cambio de sexo a
niños menores de 18 años acarrea preocupaciones éticas y los motivos de
los padres necesitan ser cuidadosamente examinados, opinó la doctora
Margaret Moon, integrante del comité de bioética de la Academia
Estadounidense de Pediatría. Ella no participó en ninguno de los
reportes.
Algunos niños podrían tener un
diagnóstico psiquiátrico cuando ellos únicamente están muy incómodos con
la definición de los roles de género; o algunos podrían ser
homosexuales y son obligados a recibir tratamiento porque los padres
están más cómodos con un cambio de sexo que con un hijo homosexual,
explicó Moon.
Es dañino “tener un tratamiento irreversible demasiado pronto”, agregó la especialista.
Los médicos que dan el tratamiento dicen que demorarlo sería más dañino.
Estos niños algunas veces recurren a la
automutilación para tratar de cambiar su anatomía; los otros dos
reportes en el diario destacan que algunos enfrentan abuso físico y
verbal y son propensos al estrés, depresión e intentos de suicidio.
Spack considera que estos problemas desaparecen casi siempre en niños
que han sido tratados y que se les permite vivir como el sexo opuesto.
Las pautas de la Sociedad Endocrinológica
abogan por el tratamiento transgénero con hormonas, pero señalan que no
debe darse antes de que comience la pubertad. En ese punto, la
normativa recomienda medicamentos que impidan la pubertad hasta los 16
años, luego hormonas de por vida para el cambio de sexo mientras se
vigilan potenciales riesgos a la salud. Los profesionales de la salud
mental deben involucrarse en el proceso, señalan las directrices. Los
integrantes del la Sociedad son médicos que tratan condiciones
hormonales.
Esas directrices, junto con videos en
YouTube de adolescentes que se están cambiando de sexo y la atención de
los medios comunicación, han ayudado a incrementar la concientización
sobre el tratamiento e hicieron que más familias buscaran ayuda, dijo
Spack.
Los reportes de Spack detallan que se ha
cuadruplicado la cantidad de pacientes en el hospital de Boston. La
clínica de Servicio de Manejo de Género, que abrió en el hospital en
2007, tiene un promedio de 19 pacientes por año, comparado con casi
cuatro tratados anualmente en temas de género en el hospital en la
década de 1990.El reporte detalla que 97 niñas y niños fueron atendidos
entre 1998 y 2010; el más joven tenía cuatro años. Aquellos que son muy
pequeños y sus familias reciben atención psicológica y se les da
seguimiento hasta que aparecen las primeras señales de la pubertad, casi
siempre entre los 11 y 12 años. Entonces los chicos reciben
medicamentos para bloquear la pubertad con inyecciones mensuales que
cuestan 1.000 dólares o con implantes en el brazo.
Los efectos de las drogas para bloquear
la pubertad son reversibles y la idea es dar a los niños tiempo para
madurar emocionalmente y para estar seguros de que quieren un cambio de
sexo permanente. De acuerdo con Stark sólo uno de 97 rechaza el
tratamiento permanente.
Las hormonas sexuales, en especial en
altas dosis y utilizadas durante mucho tiempo, pueden tener serios
efectos secundarios como coágulos y cáncer. Spack dice que él utiliza
dosis seguras pero que los pacientes deben ser monitoreados.
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En internet:
Pediatrics: http://www.pediatrics.org
Sociedad Endócrina: http://www.endo-society.org
http://es-us.noticias.yahoo.com/cada-vez-m-ni-os-deciden-cambiar-se…
Pediatrics: http://www.pediatrics.org
Sociedad Endócrina: http://www.endo-society.org
http://es-us.noticias.yahoo.com/cada-vez-m-ni-os-deciden-cambiar-se…
http://armonicosdeconciencia.blogspot.com.es/2012/05/cada-vez-mas-ninos-deciden-cambiar-de.html
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