Una colaboración de Elena
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“El crimen tuvo un objeto sexual”, ha aseverado el exorcista. “Se organizaban fiestas y uno de los gendarmes del Vaticano se encargaba de reclutar a las chicas.
La red implicaba al personal diplomático de una embajada de la Santa
Sede en el extranjero y estoy convencido de que Emanuela fue víctima de
este círculo”, ha remachado para el periódico La stampa.
De ser cierto lo que dice Gabriele
Armoth, Orlandi habría sufrido uno de los peores finales imaginables. Y
eso que se han imaginado muchos desde que desapareció hace tres décadas y
se convirtió en objeto de debate y especulación por toda Italia. Muchas
de esas teorías están relacionadas con el Vaticano, donde ella vivía.
Por ejemplo, una dice que quien la secuestró fue una famosa banda de criminales que quería recuperar un dinero que le había prestado a la Santa Sede.
Otra teoría, más ambiciosa, asegura que en realidad quien la secuestró
quería usarla como moneda de cambio para forzar la liberación de Mehmet Ali Agca,
el turco que intentó matar al Papa Juan Pablo II en la plaza de San
Pedro en 1981, supuestamente bajo órdenes de la inteligencia soviética.
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[Relacionado: Enrico de Pedis, un padrino enterrado entre Papas]
El caso de Orlandi está de especial actualidad este mes después de que las autoridades abrieran la tumba del conocido mafioso Enrico Renatino de Pedis
para comprobar si era verdad el mito de que la chica había sido
enterrada con él. Lo que sí encontraron cerca de la tumba de la basílica
romana Sant’ Apollinaire fue unos huesos sin identificar que, según un primer estudio de los forenses, podría datar del siglo XIX. Se están estudiando para confirmar si son o no los de Emanuella.
Esto último da una pista de cómo el caso
de Orlandi ha penetrado en el imaginario colectivo italiano. El mito de
que estuviera en la tumba de De Pedis se originó en 2005, cuando un telespectador anónimo llamó a un programa y afirmó que la clave del caso estaba en el ataúd del mafioso muerto en 1990. Si se confirma que los misteriosos huesos no eran los suyos, el caso podría continuar hasta a saber cuándo.
Fuente: Daily Telegraph
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